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Uno de los temas en boga y que ha dominado la discusión de la última parte de esta década y, sin duda alguna, de las que están por venir son las criptomonedas. Esta forma de activos tampoco es tan nueva, siendo el exponente más conocido -Bitcoin- implementado desde el año 2009. Desde entonces han surgido en el comercio electrónico muchas otras, incluyendo Etherum, Ripple, Dogecoin, entre otras. Uno de los aspectos más representativos de estas formas de monedas es la alta seguridad y equilibrio en las transacciones, por medio de algoritmos sumamente complejos, protegidos por operadores, quien por cada transacción genera una “propina” la que es repartida aleatoriamente.

Dentro de los esfuerzos por lograr una mayor aceptación e integración de las criptomonedas a nivel regional, se creó ACUCRIP -Asociación Centroamericana de Usuarios de Criptomonedas-. Luis Fernando Cordón, uno de los fundadores de la misma, indica que dentro de los futuros proyectos para ACUCRIP se encuentra la implementación de cajeros bitcoins, donde se pueda adquirir las mismas mediante el pago de monedas tradicionales, y casas de cambio de criptomonedas. Los países que al mayor momento representan una mejor oportunidad para dichas inversiones y proyectos son Guatemala y Costa Rica.

En Guatemala desde hace algunos años se reciben pagos por moneda virtual, estando dentro de los establecimientos comerciales que los aceptan: El Club de Vinos y Sabores La Bohemia y la Casa del Escritor, Artex, National Tour, Showtime, Corporación Aromas, Sharp Studios, Tecpro y Secret Garden quienes aceptan divisas como Bitcoin, Etherum y Dash. Para el pago, es tan sencillo como utilizar una aplicación móvil conocida como Wallet donde se escanea un código QR que trae la cuenta del usuario generando un código único para la transacción. Un método muy parecido a los que utilizan otros sistemas móviles como Apple y Android Pay.

En vista a lo anterior, nadie niega la utilidad e innovación que presenta esta nueva forma de criptocurrencies. Sin embargo, lo anterior no viene sin una contraprestación: el uso indebido de las mismas. La Superintendencia de Administración Tributaria, ya ha avanzado en la investigación de esta nueva forma de pago. Señalan las autoridades de dicha entidad, que el cobro con dichas formas de pago supondría una situación similar a la que sucede con el cobro en dólares u otras divisas en donde se aplica el Impuesto al Valor Agregado (IVA). Sin embargo, lo anterior no impedirá el crecimiento y aceptación en el uso de esta forma de pago.

El comportamiento económico ha dado su justa parte en la discusión de análisis de crecimiento económico. Hasta el 27 de diciembre del año pasado -2017- las principales cotizaciones superaban los USD 15 mil, índices que esperan ser sobrepasados. Por ende, sin duda alguna, las criptomonedas son y seguirán siendo uno de los temas, económica y tecnológicamente, más destacados del siglo XXI. Le resta por esperar tanto a Guatemala, como al resto de la región centroamericana, las intrigantes y emocionantes aplicaciones que las mismas podrán tener en el futuro.

Ma. Mercedes Castro
Asociado
García & Bodán
Guatemala