
Diciembre es un mes agitado para las empresas en Honduras. La actividad aumenta, se requiere más personal y, con ello, crecen los riesgos laborales, especialmente en materia de contratación temporal y horas extra. Un descuido puede derivar en conflictos y demandas costosas. A continuación, te explicamos cómo manejar estos aspectos de forma segura y estratégica.
Conoce los tipos de contratos temporales y su marco legal
En Honduras, los contratos temporales son excepcionales: únicamente deben utilizarse cuando la naturaleza del servicio o de la obra sea realmente accidental o temporal. Su duración máxima es de 12 meses, sin posibilidad de extenderse más allá, ya que perdería su carácter temporal y el trabajador podría reclamar permanencia. Los principales modelos son:
- Contrato por tiempo limitado: establece desde el inicio la fecha en que finaliza. Es válido cuando existe un hecho o circunstancia que necesariamente debe poner término a la relación laboral. Por ello, es el modelo ideal para cubrir plazas por épocas festivas como la temporada navideña. También se utiliza para reemplazar a trabajadores en incapacidades, licencias de maternidad o lactancia, o para ejecutar proyectos específicos con fecha de cierre.
- Contrato para obra o servicios determinados: en este esquema se pacta un monto global por la realización completa de la obra o servicio, desde su inicio hasta su finalización. El pago está vinculado al resultado final, no al tiempo trabajado.
Consideraciones legales importantes
- Todo contrato laboral debe constar por escrito, indicar su vigencia y justificar la causa temporal, además de detallar indemnización, prestaciones y reglas de rescisión.
- Si no se formaliza, el contrato puede presumirse indefinido.
- Los trabajadores temporales cuentan con las mismas protecciones laborales que los permanentes.
- Si la plaza es por naturaleza ordinaria, el trabajador puede alegar que se trata de un puesto permanente.
Cumplimiento estricto de horas extra
La ley establece límites a la jornada laboral y regula el pago de horas extra con recargos específicos, según lo establece el artículo 330 del Código de Trabajo. Registrar correctamente todas las horas trabajadas protege a la empresa de posibles demandas.
Recuerda que la jornada ordinaria más la extraordinaria no puede exceder 12 horas diarias. Además, el empleador no puede autorizar horas extra a un mismo trabajador más de cuatro veces por semana, salvo en casos excepcionales debidamente justificados.
Por ejemplo, si tu equipo de ventas supera las 8 horas diarias durante diciembre, asegúrate de pagar cada hora extra conforme a ley y registrarla en planilla bajo los conceptos correctos.
Registro y supervisión constantes
Llevar un control diario de asistencia y horas trabajadas es indispensable. Comunica con claridad a tu equipo los horarios y recargos por horas extra. La transparencia evita errores, malos entendidos y reclamaciones.
Una planificación anticipada también es clave: evalúa cuántos trabajadores temporales necesitas realmente y qué cargas horarias son sostenibles. Esto reduce riesgos de incumplimiento y evita sobrecargar al personal.
Finalmente, documenta todo: contratos, autorizaciones de horas extra, planillas y comprobantes de pago. Ante una inspección laboral o un reclamo, estos registros serán tu mejor defensa.