Sin lugar a duda, el mes de noviembre fue un mes en que Guatemala, al igual que otros países de Centroamérica, se vieron azotados por los eventos de la naturaleza, en este caso, los huracanes ETA e IOTA.
El paso de estos fenómenos afectó gravemente la economía del país, pues se estima que una de cada cuatro empresas agrícolas de exportación tuvo daños, y al menos un 5% de esas empresas afectadas tuvo una pérdida total en sus plantaciones. Además de los daños y pérdidas en infraestructura, viviendas, carreteras, lo que generó retraso y mermas en el ingreso y egreso de mercancía hacia y fuera de Guatemala. Esto, sin dejar atrás el hecho de pérdidas humanas, que no tiene comparación alguna.
Al momento, no se ha podido cuantificar el daño, pues aún se están evaluando los mismos, dado el paso de la última depresión tropical, IOTA. No obstante, como dato preliminar, se estimaban Q. 20,000.00. Esto afecta directamente al PIB (Producto Interno Bruto), pues en ocasiones anteriores otras depresiones han afectado hasta el 4% del PIB.
La recuperación será lenta y escalonada, conforme lo indicado por las autoridades del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación, quienes informaron que la recuperación podrá tomar hasta el primer trimestre del año 2021. Pues la primera fase incluye las acciones más importantes, como el salvaguardo y protección sanitaria para el manejo y tratamiento de animales muertos, así como la seguridad alimentaria de todas las familias afectadas.
Por lo tanto, la segunda fase de recuperación abarcaría el estudio de suelos para su restauración y conservación. En donde la ayuda del gobierno es vital, pues es obligación la reparación de infraestructura pública para dar inicio nuevamente al comercio interno y externo del país, que se estima repondrá hasta el siguiente año.
Asociado
García & Bodán
Guatemala